Un estafador de Maryland estafa 523.700 dólares y se enfrenta a 20 años de prisión.

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Edward McCorkle, de Maryland, confesó haber defraudado 523.700 dólares en préstamos COVID-19 y se enfrenta a 20 años de prisión.

Edward McCorkle aus Maryland gestand, 523.700 USD aus COVID-19-Darlehen betrogen zu haben, und drohen 20 Jahre Haft.
Edward McCorkle, de Maryland, confesó haber defraudado 523.700 dólares en préstamos COVID-19 y se enfrenta a 20 años de prisión.

Un estafador de Maryland estafa 523.700 dólares y se enfrenta a 20 años de prisión.

Edward McCorkle, un hombre de 37 años del condado de Baltimore, Maryland, se declaró culpable de fraude electrónico. Esto implicó redirigir fraudulentamente préstamos COVID-19 que utilizó para gastos personales y compras de bienes raíces. Según Daily Hodl, McCorkle enfrenta una posible sentencia de hasta 20 años de prisión, seguida de tres años de libertad condicional.

McCorkle y un cómplice habían defraudado a varias instituciones financieras para solicitar préstamos del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP) y de Préstamos por Desastre por Daños Económicos (EIDL). Sus esfuerzos fraudulentos tenían como objetivo conseguir un total de 946.500 dólares en préstamos falsos. Al final, sin embargo, pudo robar 523.700 dólares, que utilizó para fines personales.

Uso fraudulento de préstamos

La acusación formal alega que McCorkle proporcionó información falsa sobre los empleadores en sus solicitudes de préstamo y presentó declaraciones de impuestos falsas. Los fondos utilizados se destinaron a varias compras personales, incluida la rehabilitación de propiedades, pagos de tarjetas de crédito y grandes retiros de efectivo.

Algunas transacciones notables incluyen:

  • 5. Juni: Über 98.000 Dollar abgehoben, darunter ein Scheck über 49.100 Dollar, der an McCorkle ausgestellt war.
  • 15. Juni: Zwei Abhebungen in Höhe von über 28.000 Dollar.
  • 19. Juni: Eine Abhebung von 14.500 Dollar.

Se accedió a los fondos restantes del préstamo mediante retiros de efectivo, compras con tarjeta de débito y pagos electrónicos de junio a septiembre. Para el 1 de octubre, el saldo de la cuenta era sólo de unos 3.400 dólares.

Este caso representa una indicación más de los amplios problemas que rodean la actividad fraudulenta durante la pandemia de COVID-19. Las afirmaciones de McCorkle muestran cómo algunas personas se han beneficiado de las medidas de emergencia originalmente destinadas a ayudar a empresas e individuos en dificultades financieras.

La investigación del gobierno continúa mientras McCorkle se prepara para enfrentar una sanción potencialmente drástica que podría erosionar aún más la confianza en la integridad de los programas de préstamos.